miércoles, mayo 30, 2007

Maldito duende


Anoche me ahogué y hoy estoy muerto. Todo lo que hice no valió para asustar a ese duende que apretaba mi garganta más y más mientras reía tan alto que sólo yo podía oírlo.
Sus codos huesudos se apoyaban en mis hombros arañándolos como si fueran de mantequilla. La agonía duró poco, tan sólo unos minutos antes de dejar de moverme dentro de mi propio cuerpo.
Ahora estoy sin vida, sin nada por lo que moverme. Por dentro estoy muerto, podrido, negro. Parece que todo pueda acabar justo cuando mi piel se entere que está vacía, y no lo hace. Sigue dando pasos, mirando, observando sin mente, sangre ni aire. Pronto caerá, ono, no lo sé.. tan sólo es una sombra de lo que pudo y ya se acabó, lo que me gustaría y no siento, lo que falta y nunca estuvo, lo que es y no será jamás. Miles de contradicciones absurdas sin sentido, principio ni fin.

lunes, mayo 28, 2007

Dust in the Wind

Hoy me he sorprendido escuchando de nuevo esa canción. El frío, lejos de acunar como lo hacía antes, ahora asfixia, el viento no es más que eso: una nube inerte que se revuelve día tras día. Y todo camina por viajes mejores que éste. Ya no existe la tristeza, puede que la monotonía o la impavidez, pero no hay lágrimas en las calles, no es correcto que locos así puedan deambular, sin que nadie que se acerque, que se preocupe. La soledad se apodera de la ciudad, en donde los locos son los únicos que pueden sentir, que pueden soñar, que pueden morir. Aquí, lo único que importa es dejarse arrastrar un minuto más, seguir respirando. Y quizás sea lo mejor, no hay que saltar, no hay colores en la oscuridad, no hay ruidos de júbilo en el mar… todo es tristemente impasible. He decidido que empezaré a viajar, solo o acompañado, eso da igual, pero viajar, andar perdido en multitudes que no conozca y caras nuevas que poder olvidar. Y sí, será una huida… y sí, no servirá de nada, pero podré rozar la vida, aunque sea de lejos. La lista ya está en marcha, la brújula está más rota que nunca, no tengo mapas que seguir, los planes son cada vez menos difusos, pero lo que es seguro es que sólo falta un primer paso para que los demás vengan detrás. Quizás sea una locura más de las que nunca tendré valor a realizar, pero lo que sé es que no quiero quedarme con la duda eterna de hacer por una vez lo que realmente me apetece, por mucho que me duela reconocerlo. Se admiten destinos, aunque los obvios no hacen falta que se digan. A lo mejor, sólo a lo mejor, esos lugares sean aquellos que realmente no deban vivir.

viernes, mayo 25, 2007

Moonbow: la Magia de la Noche


Alguna vez que otra he soñado con un paisaje más o menos así. La verdad es que no tenía ni idea de que se pudiera dar este fantástico fenómeno, aunque sea bastante lógico, por otro lado. El caso es que en mis indagaciones internetiles me topé por casualidad con imágenes así, y la verdad es que estuve varios minutos absorto recordando aquellos sueños en los que el bosque era el marco de fondo de un escenario lleno de Magia y baile a la luz de la luna. No puedo describir el torrente de sentimientos que se vinieron a la cabeza en un segundo, tan sólo que me sentí asfixiado por tantos recuerdos contradictorios creados a lo largo de toda mi vida. Ahora son pasado, pero sigo teniéndolos presentes en la forma que se debe: información de la que aprender. La experiencia que tengo, aunque para otros puede ser ínfima, para mí significa aprender de muchas lecciones, reveses y empujones que te hace el “destino”, la “vida” o, quizás, simplemente uno mismo… aunque para el caso es lo mismo. Llega un momento que todo lo que se aprende va a servir en algún momento de la vida, por muy absurdo o enrevesado que parezca. Es por esto solamente por lo que siempre me he propuesto absorber lo máximo que pueda durante el mayor tiempo posible. Y no todo son conocimientos “tradicionales”, sino vivencias, experiencias, conversaciones, puntos de vista… y son estas últimas cosas de las que aún poseo poco, y no creo que algún día tenga suficiente, no puedo tenerlo. Quizás sean las puertas de un cambio lo que escriben estas letras pero, aún así, lo que deseo por encima de todo es compartir con todo aquel que lo desee sus conocimientos, sus recuerdos, sus secretos, su carácter, su vida.

Me siento orgulloso de recuperar ese espíritu que creía perdido, orgulloso de jalar de cuerdas que siguen estando ahí por mucho que se quemen, de conversaciones en soledad que descubren mucho más de lo que cualquier otra cosa pueda descubrirme, de sentir el arropo del mundo cada vez que doy un paso, del aire frío que respiro en esos paseos solitarios al atardecer, de esa cerveza anónima en el parque lleno de recuerdos… miles y miles de momentos que vuelven a brotar, esta vez de la forma más intensa posible… por ahora.

martes, mayo 15, 2007

Única Verdad


A veces las normas no deben seguirse, no se pueden seguir. El que yo conocía lo habría querido así, sé que hubiera sido tal y como pienso. Le hubiera gustado estar tal y como debe ser. En ocasiones el cielo se nos queda pequeño para volar entre las estrellas, sobre los árboles, dejarnos acariciar por la brisa de una noche de primavera. A veces merece la pena llorar para poder reír, sentir de verdad, estar vivo. No había lugar para pensarlo, no era correcto, no era bueno. Y estaba equivocado. Todo es bueno, todo es correcto si se hace con el corazón, mirando de forma sincera, contemplando y dejando que contemplen lo mismo que se ve.

jueves, mayo 10, 2007

Alas de Tango


En mi cabeza sólo cabe un tango que nunca aprendí y aún así sabría bailar con la precisión de un reloj. Cada paso, cada mirada que se cruza me llena de recuerdos que no he vivido, y el roce de mis manos en las suyas es como si siempre hubieran estado unidas. La música extrañamente agridulce inunda mis pulmones, haciendo más pesada y plácida la respiración. Unos ojos penetrantes que me desnudan como un bebé ante su mirada, despojando todo lo que sobra de mi alma. Los zapatos aprietan, la chaqueta ajusta demasiado, pero nada es más delicioso que compartir toda una vida riendo y llorando al compás de la música más hermosa jamás escrita. Aquí, sin chaqueta ni corbata y oyendo el crujir del silencio, sólo puedo pensar en la brisa que me acuna como si fuera su niño. La oigo cada día, cada minuto, no importa nada más… los colores son mucho más hermosos a la luz de la música.