miércoles, enero 23, 2008


abrázame sólo una vez más, quiero volver a oler tu piel. después te dejaré ir, pero abrázame una vez más, es que no sé si mañana voy a despertar y necesito sentir tus manos acariciándome suave. abrázame, es que necesito sentir una última vez que no me da miedo quererte. abrázame, es que se me hace infinta la noche cuando no estás y queda mucho tiempo hasta mañana...
no, no te vayas, quédate conmigo. te prometo que no te molestaré mientras duermes. sí, abrázame y no me sueltes nunca, porque me perdería sin Ariadna en cualquier laberinto si no estuvieses a mi lado, porque me das cada segundo de aire que respiro, porque te amo y no puedo dejar de amarte.



porque sí. porque me redescubres cada vez que me acaricias, porque me reencuentras cada vez que me sonríes..., porque sí.

domingo, enero 13, 2008

esto es solo una prueba de mi estupidez :)

martes, enero 08, 2008

En el fondo del río


Las cabezadas me traen de nuevo a ti. Puedo alargar la mano para intentar rozarte el cabello, y no estás ahí. Cada noche, la cama crece hasta el infinito esperando que veas tu trozo para dormir juntos, como aquel día. Ya nada será igual, todo ha cambiado. Hasta la luz del sol parece más oscura. Y tú seguirás ahí, entre códigos y papeles, esperando un descanso para reír con alma de niña.

La última cerveza me supo más amarga y agria junto al río anoche. Allí donde te he pensado mil veces, donde te descubrí, donde te quise, donde lloré y reí contigo. Ayer todo era distinto allí. No había pájaros, ni el sonido del agua me abrazaba como antes. Sólo estaba el frío… el frío y el silencio.

Quizás haya llegado el momento de dejarte ir, por mucho que me duela, por mucho que no quiera. Quizás sea lo mejor. Mereces alguien bueno a tu lado, y yo no lo fui nunca contigo. Han tenido que pasar noches enteras en vela para darme cuenta de la realidad, de que sólo debo ser uno más, alguien al que olvidar, alguien al que no se puede querer. Siempre estaré ahí, intentando que no sufras, luchando porque encuentres lo que te mereces, intentando lo único que siempre se me dio bien: velar por ti en la distancia.