martes, octubre 28, 2008

Volviendo a subir el telón

Un placer que tenía abandonado, un mundo que creí que había muerto, una vida que se había extinguido. Ayer me sorprendí a mí mismo en un lugar que creí que ya no existía, no porque no estuviera allí, sino porque se había escondido junto a la Magia y los atardeceres q atravesaban mi cuerpo lentamente, llenándome de vida. Ayer logré conectar de nuevo con aquel que era, con ese que echaba de menos y que tanto había deambulado desde entonces.

Me queda muy lejos ese tiempo en el que conducir no era disfrutar, en el que cada palabra era el preludio de una discusión, en el que un debate se convertía en una conversación de sólo uno, harto de decidir las pequeñas cosas y ninguna de las grandes.

Hoy me siento lleno de vida, de cosas por hacer, más ganas que nunca de subir a esas tablas y reencontrarme con ese niño de 10 años que quiso cantar justo en el momento en que oyó la primera canción, de servir para lo que he estado preparándome aun sin saberlo, de ser todo lo que quiero ser sin que nadie me mire mal por ello.

Hace tiempo alguien me dijo que había cambiado, y que no era a mejor… y tenía razón, al igual que otras muchas veces. Por eso me he prometido a mí mismo que voy a ser más que nunca, que ya es hora de quitarse de verdad todo el peso que sobra de encima y quedarme con el que realmente merece la pena. Sé que ese mismo alguien se siente defraudado, y no quiero que sea así, quiero ser ese chico que sólo muestro algunas veces y que ha conseguido ser feliz cuando menos lo esperaba.

Ahora que tengo fuerzas no pienso volver a un pasado que ya se vislumbra como un sueño, un mal sueño.

jueves, octubre 09, 2008



"...Ahora las cosas habían cambiado y, por lo menos, ya sabía que de una sociedad de dos, uno fatalmente ha de enterrar al otro. Sabía siquiera que la materia se desintegra, se desvanece, que es caduca, finita, limitada. Sabía que la sombra del ciprés es alargada y corta como un cuchillo. Sabía... Sabía que el hombre, físicamente, es como una planta que nace de la tierra y acaba en ella... Fatalmente también..." (Miguel Delibes)

miércoles, octubre 08, 2008

Transparente


Naturalidad. Hace tiempo que esa palabra perdió el significado. Antes era algo común en las personas, lo veía en todas las caras, allí donde mirase… y ahora ha desaparecido. Poco a poco, la naturalidad está desapareciendo del mundo, domina la imagen. Y en un abrir y cerrar de ojos puede que nos encontremos ante un sucedáneo de sociedad donde el qué dirán o la coraza colectiva sea mucho más fuerte que el yo individual.

Ayer me miré en el espejo, notando trazas de eso que había temido desde siempre y ahora me estaba consumiendo. Y allí mismo, a la luz del fluorescente arranqué la piel de mi cara y dejé al aire la naturalidad escondida tras ella. Ahora intento curar mis heridas con piel transparente, carente de maldad e impurezas y que me ayude a vagabundear por el camino empedrado sin pisar losas que resbalen. Ahora el peso de la culpabilidad quiero cargarlo a mis espaldas con unos cuantos kilos de más para comprobar todo el daño que ha hecho mi piel y que ahora brota sangrante desde el interior.

Hoy al mirar no había nadie al otro lado, y me sentí aliviado… soy anónimo, incoherente, tartamudo de pensamiento… lleno de defectos y virtudes y con ganas de enfrentarme a mi sombra para arrebatarle el poder de una vez por todas. El resto es otra historia.