Alas de Tango

En mi cabeza sólo cabe un tango que nunca aprendí y aún así sabría bailar con la precisión de un reloj. Cada paso, cada mirada que se cruza me llena de recuerdos que no he vivido, y el roce de mis manos en las suyas es como si siempre hubieran estado unidas. La música extrañamente agridulce inunda mis pulmones, haciendo más pesada y plácida la respiración. Unos ojos penetrantes que me desnudan como un bebé ante su mirada, despojando todo lo que sobra de mi alma. Los zapatos aprietan, la chaqueta ajusta demasiado, pero nada es más delicioso que compartir toda una vida riendo y llorando al compás de la música más hermosa jamás escrita. Aquí, sin chaqueta ni corbata y oyendo el crujir del silencio, sólo puedo pensar en la brisa que me acuna como si fuera su niño. La oigo cada día, cada minuto, no importa nada más… los colores son mucho más hermosos a la luz de la música.
3 Comentarios:
Me esperanza saber que suenan en tu cabeza esos acordes.
Siempre leyendo.
Sueños,
a dreamer.
ó_ò
Yo debería leer más. Y escribir más, estoy como asfixiado.
A mi también me gusta saber que te anda por la cabeza, y más así.
Birra, hermano-
Bailar es dejar salir la vida al ritmo de ese tango. Déjate embriagar más a menudo
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