lunes, marzo 05, 2007

El charco: primera parte


Vi cómo me miraba el charco. No tenía ojos, pero observaba; no le vi boca, pero me habló. Susurraba palabras que sonaban como una cascada lejana. Un seseo serpenteante silbaba en mis oídos como una sirena varada. Me contó la vida del agua, el aire subacuático y cómo volaban los peces en él. Los minutos se convirtieron en horas, y las horas en días. No podía dejar de oír las historias del agua, narradas con la sabiduría que transmitía el charco. Allí morí, agachado junto al agua, maravillado por todo aquello que ahora podría sentir y que pocos lo harían jamás.

1 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Es bonito ser el único espectador de la complejidad que cualquiera llamaría sencillo.
No dejes de escuchar esas viejas historias que nos cuenta el viento.

A Dreamer.

Pd:¡¡¡Tengo unas ganas de que llegue el sábado!!!

11:27 p. m.  

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