miércoles, abril 04, 2007


Viento y agua, un cristal que se empaña ante mis ojos rotos. Todo está en silencio tras ese chirrido amenazante que rompe los tímpanos ocultos de cada flor mojada por la lluvia. Sólo un suave ronroneo se escucha a ras de suelo, como si la Tierra no dejase escapar un último hálito. Un charco se escapa de entre las manos inertes, y la sangre se funde en un baile de pasión con la hojarasca de eucalipto. Olas de pelo recorre el bosque que antes inundó el aliento de vida, ahora congelado como si nadie hubiera pisado allí donde resonaron tantas risas. Ciervos con astas resquebrajadas husmean la escena, sólo habrá que temer mañana… hoy todo está en paz.