lunes, abril 09, 2007

Tempus Fugit

Desde siempre se ha querido controlar eso que para nosotros es lo más importante del mundo: el tiempo. El afán del mundo actual por arañar segundos a la vida no es sino la muestra de que la cultura actual prescinde de los detalles más pequeños de la vida, los que hacen importante nuestra existencia. Nadie se para ya a oir a ese músico callejero que tiene esa "magia" especial, la piedra que tiene esa forma extraña ya no es observada por ningún niño que esté dando un tranquilo paseo, las nubes pocas veces toman curiosas formas a los ojos de dos amigos que se tumben en la hierba a fantasear... tantos momentos que podemos considerar realmente perdidos, y no el llegar cinco munutos tarde a una oficina en la que nos esperan varias horas de estampar un sello en un folio una y otra vez sin descanso.
¿Qué es el tiempo?
  • El tiempo es un invento de los indecisos.
  • Es la cura para aquellos que tienen miedo a volar con la imaginación y recuperar ese espíritu de niño que tan mal visto está.
  • Es un colchón en el que escudarse para no pararse a pensar en lo grisáceo de sus vidas.
  • Es la cuerda que nos ata a un mundo de almas rotas y despiadadas en lo que lo más importante es el Yo, sin importar la libertad de los demás.
Todo parece que se desmorona si llegas un minuto tarde, como si al siguiente minuto no se pudiera hacer o decir aquello que tan importante fue un minuto atrás. ¿Acaso es que no podemos recrear nuestro espíritu en lo fantástico que es ese color que vemos en aquella calle mientras esperamos a ese amigo que siempre tarda? ¿Tan difícil es llegar a tiempo a los sitios sin importar que te lo dicte un reloj y no tu conciencia?
Es cierto que esto es una goma que se contrae y se expande, pero que no podemos romper desgraciadamente, sería de locos un mundo sin tiempo. Aún así, como goma que es, se puede estirar y estirar sin que se rompa, siempre con la mesura adecuada para que no se destroce el mundo que tenemos a nuestro alrededor. ¿Qué más da si esperamos otrs diez minutos a que tengamos más hambre para comer? ¿Tan importante es la televisión que no podemos prescindir de ella mientras comemos y supeditamos todas las tareas de un día a un aburrido programa en lugar de hablar con tu pareja mientras comes?
Yo sigo llegando a tiempo al trabajo, pero aún así, mi reloj se ha quedado de nuevo en casa, como tótem que ilumine un camino en el que se vuelva a ver la vida a travñes de los ojos de un niño. El tiempo no es más que la sucesión de momentos... lo que hay que hacer es aprovechar esos momentos y no malgastarlos en mirar la hora que es. Un día no es nada, una semana es poco, dos meses no son sino la antesala de toda una vida de sonrisas. ¿Alquien se lo quiere perder?

2 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Seguramente aún podamos contagiar de ese espíritu a los que viven a contrarreloj.

Sigo por aquí, leyéndote.

A Dreamer.

Pd:¿Clementine?

11:25 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

hoy más que nunca no pienso mirar el reloj. quiero hacer las cosas igualito que cuando nunca sabia la hora. sí, quiero empaparme de la locura de un mundo sin hora, sin tiempo, sin reloj. volver a ser tan fugaz como antes... no me gusta el tiempo, nunca me ha gustado el tiempo... me encanta tener 17 años de verdad...

siempre te quiere
clementine

12:51 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home