martes, junio 10, 2008

Jauría de susurros

Una llamada puede cambiar el mundo, unas palabras, unos susurros al oído. Todo se resume entre renglones de sangre que rellenan notas en un pentagrama macabro que acaba en tragedia Shakesperiana. El reino se vuelve loco ante la absurda idea de un incendio en el pesebre oculto en el arroyo, como si no hubiera más esperanza en el mundo que un trozo de heno semioculto en la podredumbre. Ayer fue un columpio, hoy es un tobogán hacia el fondo en la oscuridad del charco, cubierto por una masa informe de hojas muertas.