viernes, junio 06, 2008

En memoria de la profundidad

Dicen que ya no hay palabras, dicen que no hay vaho en mi boca, que la vida se escapa como una bocanada de humo en una tormenta. Y los ruidos siguen, impasibles, golpeando cada mañana como una maza de plomo fundido en la memoria. No hay papeles rotos, no hay ahogados en los charcos, quizás la vida sea más bonita y triste de lo que siempre he pensado.

Un amante que ama tiene 100 años de dolor y una sensación.

1 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

es lo más triste y bonito que has escrito nunca...

sintiendo palpitar, clem

11:39 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home