jueves, mayo 08, 2008

Tras la cortina de humo


Una nube cruza ante mis ojos, rasgando trozos de realidad que salpica con gotas de lluvia traídas de la nieve. Allá hay agujero que engulle el viento, y sólo creo en la noche más silenciosa. Cada latido es un sonido diferente, intenso, como una melodía que se hubiera ensayado durante años… y sin embargo es improvisación que me bombardea desde dentro de mi cuerpo. Un clip mal doblado, una farola torcida, un sol apagado… todos son sonidos irreverentes en una esquina cubierta de cenizas ennegrecidas por las telarañas.


Decenas de cartones se amontonan en mi mente, acomodándose para arder en el momento más inoportuno, y la llave es como un hierro desnudo en las manos de un psicópata.


Una llamada interrumpida, una oportunidad que nunca hubo y perdida en el interior de un tronco marchito por un rayo, pedazos de ignorancia. La sangre se agolpa, seductora, como un cascabel que avisa con una mirada escondida en un largo paseo. Pies descalzos, agua dulce y una botella como compañera. Rojo y verde, rojo y verde… demasiado loco para creerlo, demasiado fácil para soñar, demasiado poco, demasiado absurdo… le gente tiene secretos, la vida sería muy aburrida si no hubiera secretos ¿no te parece?