miércoles, enero 03, 2007

Ironías de la vida, al final resulta que no hay nada especial aquí dentro. Siempre se escudaron recuerdos y tonterías en que existía algo más, que lo que veía no era toda la realidad, y era una simple canción de cuna con la que poder dormir tranquilo por la noche. Aún así, me siento orgulloso de haber formado parte de ello, aunque sea rozándolo de una forma tan hipócrita. No me daba cuenta, y engañarme a mí mismo lo hace más hipócrita aún si cabe. Desde aquí va mi respeto y saludo a todos aquellos a los que sin saberlo estropeé momentos preciosos de su vida con tan sólo un chasquido de mis dedos, tengo esa estúpida habilidad.
Como más de uno ya sabrá, a partir de esta autorevelación, los fines de semana no serán iguales, no podrán serlo jamás, quizás no debieron serlo nunca. Si estaba destinado a ello hubiera sido más fácil tomarlo por costumbre, no sería triste de esa forma. Es cierto que notaría que hay algo más, pero como no tendría idea de lo que es, todos contentos. Y cuando digo los fines de semana no me refiero por salir ni cambiar de rutina y todas esas cosas que en realidad son tonterías, sino por dejar que la mente se abra un rato a ese mundo que tanto me gustaba y creí mío.

1 Comentarios:

Blogger clementine-amelie dijo...

me gusta lo "no especial" que tienes dentro, me gusta mucho más la "estúpida habilidad que tienes de estropear" momentos preciosos de las vidas ajenas con un solo chasquido, me gusta el privilegio que tienes de no estar contento por saber demasiado...

achuchones como los del otro día

4:07 p. m.  

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